The United Nations Office for Project Services (UNOPS)

Las fuertes lluvias ya no son sinónimo de desastre

La temporada de monzones trae consigo lluvias torrenciales en la isla de Mannar, al noroeste de Sri Lanka, lo que significaba malas noticias para los 30.000 habitantes de la zona. Por suerte, la situación ha cambiado.

Décadas atrás, más de 70 estanques actuaban como desagüe natural en esta área de baja altitud. Desde entonces, muchos de ellos han sido desecados para la construcción de edificios. Además, las carreteras dentro de la región contaban con un limitado sistema de drenaje y alcantarillado. Durante la temporada de monzones, el nivel del agua aumentaba y las carreteras se inundaban. Las fosas sépticas se desbordaban y sus aguas circulaban por las calles.

Las intensas inundaciones provocaban que los autobuses que transportaban a la población a sus trabajos y escuelas quedaran bloqueados por el agua. Las aulas se inundaban, aunque los mayores daños los sufrían los negocios locales de los mercados. El sistema eléctrico fallaba y provocaba problemas en el funcionamiento de hospitales y hogares. Además, el número de personas afectadas por enfermedades transmitidas por el agua también era mayor. 

Durante estos períodos, muchos miembros de la población se veían obligados a abandonar sus hogares y encontraban refugio en templos, centros comunitarios y aldeas cercanas. Encontrar raciones secas de alimentos y artículos de socorro suponía un reto.

Fotografía

  • Above: (L) Road flooded during the monsoon. © UNOPS/Anutharshan Pooranasandiran
  • (R) Local family explains what happens to their home during the floods. © UNOPS/Simonetta Siligato

Ann Tharani, que vive en la zona con su marido y sus dos hijos, sufría cada año los efectos de las inundaciones. «Nuestros hijos no podían acudir a la escuela y estudiar adecuadamente porque las áreas cercanas también se veían afectadas por las inundaciones y las carreteras no podían utilizarse», explicó. «Numerosos mosquitos proliferaban en las aguas de las inundaciones y teníamos miedo de que transmitieran la peligrosa enfermedad del dengue a nuestros hijos».

En un lugar cercano, otra familia narra su experiencia. Ajantha y su marido tienen tres hijos y subsisten gracias al alquiler de su tractor y a la venta de productos en su pequeña tienda. Ajantha es un miembro activo de la comunidad y la Presidenta de la Sociedad de mujeres por el desarrollo rural en Mannar.

Gran conocedora de los problemas relacionados con las inundaciones, explicó: «El agua solía entrar en mi casa y alcanzar al menos 50 centímetros por encima del suelo, lo que causaba daños en mi propiedad y mobiliario. A menudo, no podíamos trasladarnos a lugares cercanos que fueran seguros y estuvieran secos porque las salas comunes y las escuelas se encontraban ya repletas de gente afectada. El problema se complicaba todavía más porque también tenía la labor de ayudar a las personas».

Durante los últimos años, UNOPS ha trabajado intensamente para mejorar los sistemas de drenaje en Mannar. Como había prometido, Ajantha prestó su ayuda: «Ofrecí mi apoyo a UNOPS en el diseño de la red de drenaje porque conozco el camino natural que sigue el agua en mi área. Además, he coordinado a la población para que participe en programas de sensibilización impartidos por UNOPS. Actualmente ayudo al Consejo urbano a abordar los problemas relacionados con el uso indebido de la tierra que provoca la obstrucción de los canales de drenaje».

El Sr. M. A. J. Thuram, Comisionado Asistente del Gobierno local, se encuentra satisfecho con los cambios: «La gente vive ahora en un entorno más cuidado. Los niños van a la escuela de forma regular porque las carreteras ya no están inundadas y se han reducido los inconvenientes y los riesgos. Los costos relacionados con la ayuda de emergencia así como los de limpieza y mantenimiento también han disminuido».

La Sra. Tharani está de acuerdo: «No nos hemos visto afectados por las inundaciones este año porque las aguas pluviales se desviaron en una noche hacia una nueva red de drenaje».

Los talleres comunitarios fomentan la sensibilización en torno al control de las inundaciones. © UNOPS/Simonetta Siligato​

Información sobre el proyecto 

En el marco del Programa de Apoyo al Desarrollo del Distrito financiado por la Unión Europea, UNOPS construye y rehabilita infraestructura social en los distritos de Batticaloa, Mannar y Vavuniya en Sri Lanka. Además, las actividades centradas en el desarrollo de la capacidad beneficiarán a más de 600.000 personas. 

En Mannar, UNOPS ayuda a desarrollar la resiliencia de las comunidades locales a través de la formación y las infraestructuras mejoradas destinadas al control de las inundaciones. El proyecto se implementa en colaboración con el Consejo urbano y la Secretaría del distrito de Mannar. Incluye la rehabilitación de los estanques de retención de agua y la construcción de redes de drenaje.

Las autoridades y comunidades locales desempeñan un papel muy importante a la hora de apoyar a UNOPS en la implementación del proyecto. A su vez, UNOPS lleva a cabo cursos de formación para desarrollar la capacidad local, lo que ayudará a mejorar las operaciones y también a garantizar el mantenimiento de las nuevas instalaciones. Además, UNOPS colabora con la comunidad para sensibilizar sobre el papel que cada residente desempeña en la prevención de las inundaciones y en otras situaciones de emergencia relacionadas.


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