En el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, rendimos homenaje a los trabajadores y las trabajadoras del ámbito humanitario que arriesgan su vida todos los días para ayudar a las personas atrapadas en crisis en todo el mundo.

Su valentía, compasión y compromiso inquebrantable ante la adversidad encarna lo mejor de la humanidad.

Su trabajo no podría ser más importante, ahora más que nunca.

Vivimos en un momento de crecientes necesidades humanitarias: el mundo es más violento ahora que en cualquier otro momento desde la Segunda Guerra Mundial. La crisis climática está causando estragos y los desastres naturales se están volviendo más intensos, más largos y más frecuentes.

Sin embargo, el 2024 ha sido el año más letal registrado para el personal humanitario en todo el mundo.

En Gaza, Sudán y muchos otros lugares, los trabajadores y las trabajadoras del ámbito humanitario se encuentran cada vez más en el fuego cruzado, sufriendo lesiones, secuestros y muertes, al igual que las personas a las que están allí para ayudar.

Los ataques deliberados contra el personal humanitario constituyen una violación del derecho internacional.

En los últimos dos años, dos de nuestros colegas de UNOPS han sido asesinados en Gaza. Nuestras instalaciones en Gaza han sido atacadas, al menos dos veces.

Rendimos homenaje a nuestros colegas y otros miembros del personal humanitario fallecidos.

Exigimos que se ponga fin a los ataques contra el personal humanitario y contra todos los civiles. Los responsables deben rendir cuentas.

Y hacemos un llamado para que se haga más para proteger y salvaguardar nuestra humanidad común.

A todo el personal humanitario, gracias por su fuerza, dedicación y esperanza.

Nuestro más sincero reconocimiento.

Y prometemos continuar sus esfuerzos, para ayudar a entregar asistencia vital y llevar dignidad y esperanza a las comunidades vulnerables.