The United Nations Office for Project Services (UNOPS)

Reflexión

Enterrar los combustibles fósiles

La demanda de energía aumenta. ¿Cómo podemos satisfacerla a la vez que combatimos la crisis climática?

En Asia Sudoriental viven alrededor de 670 millones de personas. En esta región del mundo, las economías prosperan con rapidez y las clases medias se están mudando a los núcleos urbanos. Este crecimiento trae consigo grandes oportunidades, pero también inmensos desafíos. A medida que aumenta el acceso a la energía, así como el nivel de ingresos, sube el nivel de contaminación del aire, de emisiones peligrosas y de dependencia de los combustibles fósiles, como el carbón.

Nos encontramos en un momento crucial. Sirpa Jarvenpaa, Directora de la Alianza para la Transición Energética en Asia Sudoriental (ETP), nos cuenta más sobre lo que está pasando.

Alianza para la Transición Energética en Asia Sudoriental (ETP)

Esta alianza reúne a diferentes partes interesadas, como Gobiernos, organizaciones de filantropía, e instituciones del mundo académico y del sector privado, con el objetivo de acelerar la transición energética en Asia Sudoriental. La iniciativa, gestionada por UNOPS, promueve una transición energética justa y equitativa y ayuda a los países a alcanzar el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

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Pregunta: Se prevé que la demanda de energía aumente de media un 4,7% anualmente hasta 2035 en Asia Sudoriental. ¿Cómo de cruciales son los próximos años para abandonar la energía que se obtiene a partir de combustibles fósiles?

Son fundamentales. El carbón es la mayor fuente mundial de emisiones de CO₂ relacionadas con la obtención de energía. En 2018, Asia Sudoriental fue una de las pocas regiones en las que aumentó el uso del carbón para la generación de energía. Si continuamos así, el consumo de energía a partir de la combustión de carbón seguirá imparable, no solo durante años, sino durante décadas. Esto significa que las emisiones de gases de efecto invernadero también continuarán creciendo, lo que implicará más contaminación del aire, degradación ambiental y aumento de los desastres relacionados con el clima, como inundaciones y tifones devastadores.

La transición a las energías renovables (eólica y solar) y el abandono del consumo de combustibles fósiles son dos de las medidas más importantes que deben tomar los países de esta región para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global a los 1,5ºC, una cifra que no debemos sobrepasar si queremos evitar un daño irreversible y a largo plazo a nuestro planeta.

Pregunta: ¿Cuál es el primer paso en la transición a la energía limpia en Asia Sudoriental?

Tenemos que establecer unas condiciones de igualdad. La demanda de energía en Asia Sudoriental ha aumentado en más de un 80% en los últimos 20 años, y el sector de la energía todavía favorece el carbón y otros combustibles fósiles. Esta situación tiene que cambiar. En primer lugar, debemos entender y asumir la responsabilidad del verdadero costo del carbón, incluidos los riesgos para la salud y sus consecuencias en el clima y el planeta.

Pregunta: ¿Cómo lograrlo?

Una de las primeras medidas para lograrlo es eliminar las ayudas y las políticas que favorecen el uso del carbón y otros combustibles fósiles. A través de la ETP, contribuimos al cambio al colaborar con los países para diseñar reformas de políticas que permitan a las energías renovables ser competitivas en el mercado.

Por ejemplo, en Viet Nam, estamos ayudando a desarrollar alternativas al carbón, viables técnicamente y financieramente, para colmar la creciente demanda de energía. Resaltamos los beneficios para la salud y el medio ambiente, pero también los ahorros logrados al reducir la dependencia de la importación de los combustibles fósiles, como el carbón, cuya importación alcanzó un récord en 2020. Estos ahorros pueden reinvertirse en otras áreas como la educación y la salud, con el objetivo de reforzar el desarrollo.

Esto sería tan solo una parte. Pero los cambios a este nivel, y con esta rapidez, requieren la toma de acciones decisivas en todas las áreas».

Debemos mejorar el conocimiento de las partes interesadas sobre las iniciativas para la transición energética. Debemos capacitar a la fuerza laboral para los nuevos puestos de trabajo que se generan a partir de la transición energética. Debemos colaborar con los líderes y las comunidades que dependen actualmente del sector de los combustibles fósiles para crear capacidad. A medida que aumentamos la energía limpia en la matriz energética, debemos modernizar la infraestructura para la transmisión de esta. Es decir, para lograr la transición energética, necesitamos que todo el mundo se involucre.

¿En qué consiste la transición energética?

La transición energética es el abandono de los combustibles fósiles para dar paso a sistemas de energía con cero emisiones de carbono, sostenibles, resilientes, seguros y asequibles. Impulsadas por las energías renovables y la eficiencia energética, las transiciones energéticas desempeñan un rol fundamental en el desarrollo de la resiliencia climática, tanto a nivel local como mundial.

Pregunta: Háblenos más del rol de la infraestructura.

Si no renovamos la infraestructura, no podremos integrar de forma eficaz diferentes fuentes de energía renovable en los sistemas de energía nacionales. Para nosotros, esto es un tema fundamental. 

En Indonesia, prestamos apoyo a la renovación del centro de control de la central eléctrica. 

Gracias a estas obras para reformar la infraestructura, aumentamos la capacidad del sistema para procesar mayores volúmenes de energía renovable (especialmente de energía eólica y solar), y de esta forma llegar a más comunidades, especialmente a zonas rurales y alejadas. Este proyecto tiene el potencial de suministrar energía limpia a millones de personas en la región de Java y Bali.

En Filipinas, estamos diseñando un mecanismo competitivo para el almacenamiento de energía, que permitirá reforzar la fiabilidad y la seguridad de la red eléctrica del país, así como reforzar su capacidad para integrar mejor las fuentes de energía renovable.

Pregunta: ¿Cuáles son las principales conclusiones?

No hay un enfoque único y uniforme. No todas las transiciones energéticas se dan al mismo ritmo, ya que no todos los países, ni todas las regiones, enfrentan los mismos desafíos ni tienen el mismo acceso a recursos, financiación y conocimientos técnicos. Necesitamos ser flexibles y colaborar para romper las barreras a las que hacen frente Gobiernos y comunidades, mediante la promoción de marcos y políticas que garanticen beneficios para todas las personas. 

Asimismo, es clave contar con una buena coordinación. A medida que la región comienza a elaborar planes para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a través de las inversiones en energías renovables, debemos consolidar los compromisos contraídos y forjar alianzas innovadoras que promuevan la colaboración. Al invitar a todas las partes interesadas a la conversación, tenemos la oportunidad de avanzar hacia una transición energética que respalde el rápido crecimiento de Asia Sudoriental sin poner en peligro el futuro de su población y del planeta.


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