The United Nations Office for Project Services (UNOPS)

Mejora del acceso a la educación en Afganistán

Este artículo se publicó hace más de dos años, por lo que algunos de los datos que contiene podrían estar desactualizados.

Todos los niños y todas las niñas merecen tener acceso a la educación. No obstante, décadas de conflicto han hecho que esto sea casi imposible en algunas zonas de Afganistán.

La educación es la base del plan de Afganistán para el desarrollo y el crecimiento económico. Sin embargo, acceder a ella resulta extremadamente difícil en muchas partes del país. En las zonas más remotas de Afganistán, las oportunidades educativas pueden ser limitadas o simplemente inexistentes y, en todo caso, resulta complicado acceder a ellas.

En ocasiones, la distancia entre los municipios es enorme y desplazarse para ir a la escuela puede resultar peligroso para el alumnado y el profesorado. Además, los padres y las madres a menudo deciden no enviar a sus hijos y, especialmente, a sus hijas a la escuela por miedo a que corran peligro.

La educación en Afganistán

  • Alfabetización

    Más de la mitad de la población adulta de Afganistán no puede leer ni escribir.

  • Escolarización

    Las niñas representan el 60% de los 3,7 millones de menores no escolarizados del país.

  • Desigualdad de género

    Solo el 30% de las mujeres de Afganistán puede leer y escribir, frente al 55% de los hombres.

En algunas zonas del país, el alumnado estudia al aire libre en tiendas de campaña, por lo que queda expuesto a condiciones climáticas adversas.

«Antes de tener un edificio para nuestra escuela, no podíamos protegernos de la lluvia, el sol, la nieve, el viento, el polvo ni el ruido. Esto interrumpía las clases», explica una estudiante de un instituto femenino. «El frío en invierno y el calor del sol en verano hacían muy difícil poder estudiar», añade.

Escuela construida en la provincia de Kapisa (Afganistán).
En algunas zonas de Afganistán, el alumnado recibe las lecciones al aire libre.

Para aumentar el acceso a la educación, mejorar los entornos educativos y reducir los riesgos de seguridad al acudir a la escuela, UNOPS diseñó y construyó varias escuelas en las provincias de Parwan, Kapisa y Panjshir. La organización implementó este proyecto en alianza con el Ministerio de Educación de Afganistán y gracias a la financiación de la República de Corea.

Ahora, más de 24.000 niños, entre ellos 14.500 niñas, pueden ejercer uno de los derechos humanos más importantes y fundamentales: el derecho a la educación.

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comunidades de Afganistán se beneficiaron directamente de este proyecto.

Estuvimos diez años dando clases en tiendas de campaña mojadas. En la actualidad, nuestra escuela cuenta con un moderno edificio equipado con muebles y materiales».

- El director de una escuela de la provincia de Panjshir

«El alumnado puede estudiar ahora en un entorno propicio», explica la directora de una escuela de la provincia de Kapisa.

Participación de la comunidad en el diseño

Se consultó a la comunidad local, el profesorado y los departamentos provinciales de educación acerca de los mejores lugares para ubicar las escuelas, el uso de la mano de obra local para construirlas y la seguridad, entre otras cuestiones. De esta forma, garantizamos que las escuelas satisfacían las necesidades derivadas del contexto, la cultura y las costumbres locales.

Además, se utilizaron materiales de construcción locales y los miembros de las comunidades contribuyeron a la construcción de las escuelas, lo que proporcionó oportunidades de empleo local con las que se ayudó a estimular la economía local y a desarrollar las habilidades locales a fin de garantizar que las comunidades puedan ocuparse del mantenimiento de las escuelas en el futuro.

Dado que en Afganistán suelen producirse terremotos, se diseñaron las escuelas de manera que pudieran soportarlos. Asimismo, todas las escuelas cuentan con sistemas aislados de energía solar, que suministran una fuente de energía renovable y sostenible. La energía producida por estos sistemas se destina a la iluminación, las bombas para pozos profundos y los sistemas de calefacción y refrigeración.

En el marco del proyecto, se equiparon las escuelas con instalaciones de saneamiento seguras y privadas para el alumnado y el profesorado, sistemas de abastecimiento de agua potable, sistemas de alarma contra incendios y puestos para el lavado de manos. Además, se instalaron sistemas de aprovechamiento del agua de lluvia para reducir el consumo de agua.

Desafíos en materia de seguridad

A menudo, UNOPS trabaja en algunos de los entornos más desafiantes. En Afganistán, colaboramos con representantes de las comunidades, que mostraron su apoyo al proyecto, para poder terminar la construcción de las escuelas en un entorno en el que nos enfrentábamos a desafíos de seguridad.

También se construyeron rampas de entrada en todas las escuelas, así como salas, aseos y oficinas accesibles para las sillas de ruedas, con el fin de aumentar su accesibilidad para las personas con discapacidad física.

«Gracias a este proyecto, tanto los niños como las niñas tendrán la oportunidad de cursar estudios superiores», declara Paul Cruickshank, Director y Representante de UNOPS en Afganistán. «Una vez que terminen estos estudios, podrán entrar en el mercado laboral de Afganistán y contribuir a sacar al país de la pobreza y los conflictos», añade.

Información sobre el proyecto

UNOPS diseñó y construyó 24 escuelas en las provincias de Parwan, Kapisa y Panjshir. El proyecto se implementó en alianza con el Ministerio de Educación de Afganistán y gracias a los 9,1 millones USD de financiación de la República de Corea. Este proyecto proporcionó un mejor acceso a la educación a 24.000 menores afganos, de los cuales 14.500 son niñas. Además, generó 180.000 días de trabajo temporal para las comunidades locales.


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