The United Nations Office for Project Services (UNOPS)

Transformar las condiciones de vida en las zonas rurales de Madagascar

Nuevas carreteras y estaciones de bombeo que funcionan con energía solar revitalizan las comunidades rurales del sur de Madagascar.

En Madagascar, más del 80% de la población vive de la agricultura. Sin embargo, en algunas zonas del país, la población que se dedica a la agricultura tiene dificultades para obtener suficiente agua para sus cultivos, al tiempo que el mal estado de las carreteras dificulta el transporte de mercancías y el acceso a los servicios.

La combinación de ambos problemas obstaculiza el desarrollo socioeconómico.

El Programa para el Desarrollo de las Cadenas de Valor Agrícolas Inclusivas, que UNOPS implementa en colaboración con el Gobierno de Madagascar en dos regiones rurales gracias a la financiación del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, aborda estas cuestiones para impulsar el desarrollo agrícola.

El mal tiempo ya no implica problemas de acceso

¿Qué son las geoceldas?

Paneles expandibles tridimensionales que ayudan a reforzar la estructura de las carreteras y a prevenir su erosión, lo que las hace más resilientes frente a inundaciones repentinas y otros fenómenos meteorológicos.

Para las personas que viven en algunas comunas rurales del sudeste de Madagascar, moverse de un lugar a otro no es tarea fácil.

Antes, la población tardaba horas en desplazarse entre Ambila, una zona rural de la región de Fitovinany, y Manakara, la capital de la región.

Las personas que residen en Anosivelo, una zona rural de la región de Atsimo Atsinanana, se enfrentan a problemas similares.

«Ningún vehículo podía circular, ni siquiera las motocicletas. Caminamos a pie, por el barro, incluso durante la estación seca», explica Christine Baojonasy, que vive en Anosivelo.  

En colaboración con el Gobierno de Madagascar, UNOPS ha rehabilitado carreteras en las regiones de Fitovinany y Atsimo Atsinanana en el marco del programa.

Mediante la tecnología de geoceldas, utilizada por primera vez en Madagascar, las carreteras rehabilitadas y resistentes a las condiciones meteorológicas adversas facilitan ahora los desplazamientos de la población de lugares como Ambila y Anosivelo.

«Las lluvias intensas ejercen una gran presión sobre las carreteras rurales», afirma Yerima Bodi, Gerente de Proyectos de Infraestructura de UNOPS en Madagascar. «Gracias a la tecnología de geoceldas, ahora podemos construir infraestructura más duradera, más resistente y adaptada a las necesidades de las comunidades locales».

Tecnología de geoceldas en las obras de construcción de carreteras en la región de Atsimo Atsinanana (Madagascar). © UNOPS/Harzoon Razafimandimby
Personal de ingeniería durante las obras de rehabilitación de una carretera en la región de Fitovinany (Madagascar). © UNOPS/Harzoon Razafimandimby
Una carretera recién construida ayuda a mejorar y reducir el costo del transporte de mercancías en la región de Atsimo-Atsinanana (Madagascar). © UNOPS/Harzoon Razafimandimby
Varias personas caminan por una carretera recién rehabilitada en la región de Fitovinany (Madagascar). © UNOPS/Harzoon Razafimandimby

Actualmente, la carretera de 2 kilómetros rehabilitada facilita a la población de las zonas más aisladas el acceso a bienes, servicios y mercados. Ony Iaban'i Doma, residente en Ambila, fue testigo de las dificultades que padecía la comunidad, incluidas las mujeres embarazadas, para llegar al centro de salud antes de que se rehabilitara la carretera.

«Con esta nueva carretera, podemos transportar nuestras mercancías con total seguridad. Incluso cuando llueve, la carretera permanece intacta. Ahora, las motocicletas y los vehículos pueden circular sin miedo», señala Ony.

Asimismo, una carretera de 15 kilómetros entre Anosivelo y Vohipeno, otra comunidad rural de la región de Fitovinany, mejorará aún más el acceso de las comunidades locales.

Abastecimiento de agua con energía solar

¿Sabía que...?

Las comunidades y especialistas locales también reciben capacitación sobre el mantenimiento de las carreteras y las bombas alimentadas con energía solar, lo que garantiza la sostenibilidad a largo plazo de la infraestructura mejorada.

Los canales de los que dependen las actividades agrícolas en la región de Atsimo Atsinanana, en Madagascar, antaño abastecidos por una antigua estación de bombeo en mal estado, se han secado y la producción sigue siendo insuficiente para la comunidad.

«Apenas producimos entre cuatro y cinco sacos de arroz por parcela cada temporada», comenta Barthélemy Ramahandrisoa, que vive en Vohimasina, en el distrito de Vohipeno. 

En el marco del mismo programa, y para ayudar a mejorar esta situación, se están construyendo siete estaciones de bombeo alimentadas por energía solar, lo que supone una primicia en Madagascar.

Esta estación de bombeo alimentada por energía solar es la mayor estación de bombeo jamás construida en Madagascar y, aunque solo dará servicio a los distritos de Vohipeno e Ivato, permitirá regar más de 2.440 hectáreas de cultivos, lo que ayudará a casi 10.000 hogares a duplicar sus cosechas y a reforzar su seguridad alimentaria.

«Hace más de 30 años que cerró la antigua estación. Ahora por fin tenemos agua para regar nuestros campos», explica Randrianandrasana, miembro de la comunidad de Ivato.

Christine, una agricultora, en su campo en la región de Fitovinany, en Madagascar, donde la nueva infraestructura ayuda a mejorar la productividad agrícola. © UNOPS/Harzoon Razafimandimby
Rintsiva, una vendedora del mercado local de Angara, en la región de Fitovinany (Madagascar). © UNOPS/Harzoon Razafimandimby
Vista aérea de una nueva estación de bombeo de agua con energía solar que se está construyendo en Vohipeno, en la región de Fitovinany (Madagascar). © UNOPS/Harzoon Razafimandimby
Léandre, un agricultor, recolecta sus cosechas en la región de Atsimo-Atsinanana, en Madagascar, donde un nuevo sistema de riego con energía solar ayuda a mejorar la productividad agrícola. © UNOPS/Harzoon Razafimandimby

«Con la llegada del agua gracias a esta infraestructura, esperamos cosechar hasta 20 sacos de arroz por arrozal», afirma Barthélemy Ramahandrisoa.

En el distrito de Vohipeno, el alcalde prevé un futuro en el que se multipliquen las cosechas, se alarguen las temporadas y aumente el acceso al agua procedente de las estaciones de bombeo con energía solar para las aldeas de los alrededores. «Esperamos multiplicar por diez las cosechas actuales», declara el alcalde Berson Gobelle.


Información sobre el programa

El Programa para el Desarrollo de las Cadenas de Valor Agrícolas Inclusivas tiene como objetivo mejorar los ingresos y la seguridad alimentaria de 320.000 familias que dependen de la agricultura en nueve regiones en el sur de Madagascar: Amoron'i Mania, Androy, Anosy, Atsimo Andrefana, Atsimo Atsinanana, Fitovinany, Haute Matsiatra, Ihorombe y Vatovavy.

En colaboración con el Gobierno de Madagascar, UNOPS está implementando el programa en dos regiones, Atsimo Atsinanana y Fitovinany, gracias a la financiación del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola.

Mediante esta iniciativa se respaldan los siguientes Objetivos Mundiales:


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