The United Nations Office for Project Services (UNOPS)

Prevención de la corrupción en las adquisiciones públicas

Según la Directora Ejecutiva de UNOPS, la mejora de las prácticas de gasto público podría ayudar a los países a recuperarse de las consecuencias de la COVID-19 e impulsar el desarrollo sostenible.

La corrupción supone un costo anual de más de 3,6 billones USD para la economía mundial.

Durante una mesa redonda celebrada el 3 de junio de 2021 como evento paralelo al período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas contra la corrupción, Grete Faremo, Directora Ejecutiva de UNOPS, debatió acerca de cómo un enfoque más sostenible y resiliente de las adquisiciones puede contribuir a reforzar las cadenas de suministro, aumentar la transparencia y prevenir la corrupción.

«Se trata de un asunto que es ahora más urgente que nunca, ya que nos encontramos en un momento en el que los países de todo el mundo se esfuerzan por recuperarse de la pandemia de COVID-19 y, por lo tanto, necesitan lograr más con menos», declaró la Sra. Faremo.

El futuro del gasto público: respuestas a la COVID-19

Lea aquí el nuevo ensayo de investigación elaborado por The Economist Intelligence Unit, con el respaldo de UNOPS.

En UNOPS, consideramos que se podría aprovechar mucho más el potencial de las adquisiciones públicas si estas se utilizaran como una herramienta de cambio y se realizaran de una forma más estratégica y focalizada».

Grete Faremo - Director Ejecutivo de UNOPS

Esta mesa redonda, titulada "Avanzando en la prevención de la corrupción mediante alianzas y sinergias en la contratación pública”, fue organizada por la Misión Permanente de México ante las Naciones Unidas con la colaboración de UNOPS. Además de la Directora Ejecutiva de UNOPS, también participaron Gabriel Katopodis, Ministro de Obras Públicas de Argentina, y Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores de México.

En la mayoría de los países, el gasto público supone entre el 15% y el 30% del producto interno bruto. Sin embargo, la corrupción en las adquisiciones públicas puede tener amplias y devastadoras consecuencias, como obstaculizar los esfuerzos por lograr un desarrollo sostenible y un crecimiento económico o provocar la pérdida de la confianza ciudadana en los Gobiernos y aumentar las desigualdades.

«[Y un tercer pilar es (...)] poder garantizar la calidad de vida que merecen nuestros ciudadanos», afirmó el Sr. Katopodis. «Poder garantizar una gestión de los recursos públicos de la manera más eficiente, más eficaz», añadió.

Unas adquisiciones públicas transparentes y eficaces pueden ayudar a acabar con las desigualdades sociales, aumentar la resiliencia al cambio climático y las pandemias, e incrementar la calidad de los servicios públicos y la gobernanza.

«Estamos en un punto mucho más cerca del objetivo final, que es lograr las mejores adquisiciones posibles con los recursos públicos que tenemos», explicó el Sr. Ebrard.

Diversificar las cadenas de suministro ofrece una oportunidad de prosperar a los negocios que son propiedad de mujeres, jóvenes, personas con discapacidad y minorías étnicas.

Aun así, acabar con la corrupción en las adquisiciones públicas conlleva realizar esfuerzos coordinados y exhaustivos, tanto a nivel nacional como regional. Los Gobiernos, los organismos de las Naciones Unidas y las organizaciones internacionales deben colaborar para prevenir de manera eficaz la corrupción.


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