La destrucción causada por el ciclón tropical Ditwah, que provocó inundaciones y deslizamientos de tierra catastróficos en todo el país, ha afectado a más de 1,5 millones de personas y ha obligado a más de 200.000 a desplazarse. Muchas personas lo han perdido todo, incluidos sus hogares, medios de subsistencia e infraestructura crítica. Las carreteras y los puentes se encuentran intransitables, y se han registrado centenares de desperfectos en toda la isla, por lo que las labores de recuperación son urgentes.

«UNOPS trabajará estrechamente con el Gobierno de Sri Lanka en las próximas fases, aprovechando la experiencia de nuestro equipo en tres emergencias anteriores en el país y en docenas más a nivel mundial», afirmó Charles Callanan, Director de la Oficina Multipaís de UNOPS en Asia Meridional.

Además de unas precipitaciones sin precedentes exacerbadas por el cambio climático, la planificación urbana deficiente, las prácticas de construcción descontroladas y los problemas de gobernanza han agravado la crisis y provocado una situación de riesgo que deja a las comunidades vulnerables gravemente expuestas a las devastadoras consecuencias del ciclón.

Junto con sus asociados, UNOPS responde a estos complejos desafíos mediante asistencia de emergencia, que incluye raciones secas, alimentos cocinados, kits de higiene y apoyo en materia de saneamiento. El equipo también colabora con las autoridades locales para suministrar agua potable y servicios de purificación de agua, y supervisa las necesidades actuales para garantizar que los recursos lleguen a la población más vulnerable.

Como parte de sus esfuerzos continuos, UNOPS planea ampliar su respuesta, para ayudar a más de 150.000 personas con actividades de socorro adicionales durante la próxima semana. En colaboración con el Gobierno de Sri Lanka y las comunidades locales, UNOPS seguirá centrándose tanto en la recuperación inmediata como en la resiliencia a largo plazo.