Tras décadas de inactividad, el volcán La Soufrière, ubicado en la isla de mayor tamaño de San Vicente y las Granadinas, entró en erupción. Como consecuencia, decenas de miles de personas tuvieron que ser evacuadas de inmediato, mientras que miles más vieron su vida y medios de subsistencia afectados. En medio de la actual pandemia de COVID-19, este desastre natural ha requerido esfuerzos de respuesta y recuperación de emergencia.

Nick O’Regan, Director de Prácticas de Implementación y Estándares de UNOPS, afirmó que la organización está preparada para apoyar a sus asociados en estos difíciles momentos, ya sea contribuyendo a hacer frente a esta crisis o ayudando en la reconstrucción para garantizar un futuro mejor y más resiliente para todas las personas. 

«La vida y los medios de subsistencia de la población se han visto amenazados, y la magnitud de los daños ocasionados a la infraestructura de la isla hace necesario poner en marcha iniciativas de respuesta y recuperación de manera urgente y a gran escala. Esta situación resulta aún más complicada debido a que se ha producido en medio de la lucha mundial contra la pandemia de COVID-19 y antes de la temporada de huracanes», añadió.

«La devastación causada por la erupción del volcán nos recuerda una vez más la imperiosa necesidad que existe de crear infraestructura resiliente y sostenible que sea capaz de proteger a las personas de estos peligros para que puedan sobrevivir y prosperar», señaló el Sr. O'Regan.

«A tal fin, debemos planificar y desarrollar infraestructura que resista perturbaciones como los desastres naturales (por ejemplo, las erupciones volcánicas) o las pandemias mundiales», explicó.