En marzo de 2020, el coronavirus llegó a Argentina y se propagó rápidamente de un hogar a otro.
En este país de unos 47 millones de personas, de las cuales el 37% vive en la pobreza, proteger a las personas más vulnerables ante la enfermedad, así como ante las consecuencias socioeconómicas de la pandemia, se convirtió en una tarea vital.