The United Nations Office for Project Services (UNOPS)
Construir las bases para la seguridad alimentaria en el departamento Nord-Ouest de Haití
En un país que se enfrenta a enormes desafíos, un proyecto está ayudando a las comunidades a crear sistemas agrícolas resilientes: un canal, una carretera y nuevos conocimientos.
A pesar de contar con tierras fértiles y regiones con abundantes recursos hídricos subterráneos, Haití se enfrenta a uno de los niveles de inseguridad alimentaria más elevados del mundo: la mitad de su población, es decir 5,7 millones de personas, sufre inseguridad alimentaria grave.
El devastador terremoto de 2021 y fenómenos meteorológicos extremos como el huracán Melissa han afectado gravemente a la nación caribeña, lo que ha aumentado la inseguridad, ha destruido vidas y medios de subsistencia, ha dañado infraestructura crítica y ha empeorado la crisis alimentaria.
Dado que más del 75% de las personas que padecen mayor inseguridad alimentaria viven en zonas rurales, la agricultura constituye un salvavidas para el país.
A fin de mejorar esta situación, UNOPS está trabajando con el Ministerio de Agricultura, Recursos Naturales y Desarrollo Rural, con una financiación de 5 millones USD del Banco Mundial, para abordar las causas fundamentales del hambre y la malnutrición, en el marco de una ampliación del Proyecto de Agricultura Resiliente ante Emergencias para la Seguridad Alimentaria (PARSA).
Apoyo a la seguridad alimentaria y la resiliencia climática
En un país donde los medios de subsistencia agrícolas se ven a menudo perturbados por los desastres y las perturbaciones climáticas, la iniciativa se centra en reconstruir sistemas agrícolas más sostenibles y resilientes en cuatro lugares del departamento de Nord-Ouest.
Mediante la construcción y rehabilitación de canales de riego, muros de contención y sistemas de distribución de agua, así como la instalación de estaciones de bombeo, el proyecto está reforzando la infraestructura hídrica esencial. La rehabilitación de más de 15 kilómetros de carreteras rurales está contribuyendo a mejorar la conectividad y el acceso a los mercados. En conjunto, la iniciativa está ayudando a impulsar la producción agrícola, hacer frente a futuras crisis y garantizar un suministro estable de alimentos.
El proyecto también incluye el desarrollo de diseños para acueductos, sistemas híbridos de energía e infraestructura conexa que reforzarán el acceso a suministros confiables de agua y energía.
El Proyecto de Agricultura Resiliente ante Emergencias para la Seguridad Alimentaria demuestra cómo la infraestructura puede transformar vidas, no solo facilitando el acceso, sino también permitiendo que las personas se conviertan en agentes de su propio desarrollo».
Más allá de la infraestructura
Las comunidades locales son fundamentales para el proyecto.
Casi 800 mujeres y hombres han encontrado empleo temporal gracias a las actividades del proyecto, un aspecto esencial de la iniciativa que contribuye a restablecer los medios de subsistencia, impulsar la economía local y reforzar la resiliencia de la comunidad.
«Para mí, este trabajo ha sido más que una fuente de ingresos, me ha permitido crecer», afirma Willianise Charles, trabajadora de la construcción de Bombardopolis.
«Participar en este proyecto ha supuesto muchos cambios para mi familia y para mí. Estas actividades me proporcionaron una valiosa ayuda económica que me ha permitido satisfacer algunas de mis necesidades», afirma Lourdenaidine Gracia, una de las pasantes en Bassin-Bleu.
«Aprendimos mucho sobre cuestiones de salud: cómo protegernos, cómo evitar ciertos incidentes», añade Bélandie Élinor, de Bombardopolis.
Con el fin de mejorar la sostenibilidad a largo plazo, la iniciativa también apoya a las asociaciones de riego reforzando su gobernanza y sus estructuras organizativas. Se proporcionó a los equipos conocimientos técnicos, entre otros, mediante capacitación en construcción, logística y gestión del agua, así como en mapeo digital y sistemas de información geográfica.
«Gracias a lo que aprendí [...] puedo ayudar a la comunidad a conocer mejor su territorio, la trayectoria del agua, las zonas más expuestas a la erosión y cómo utilizar mejor la tierra», explica Denly Jean-Baptiste, participante en la capacitación de Bombardopolis.
«Puedo participar en pequeños proyectos locales, ayudar a organizaciones o grupos de jóvenes a crear mapas para planificar su trabajo o recopilar información sobre las necesidades de la población de sus zonas», añade.
En un país que se enfrenta a enormes desafíos, las comunidades del departamento Nord-Ouest de Haití están creando sistemas agrícolas más sólidos y sentando las bases para la seguridad alimentaria y la resiliencia a largo plazo.
«Las obras que he ayudado a llevar a cabo representan un importante paso adelante para el desarrollo de la comunidad. Esta infraestructura aumenta el acceso y la seguridad, [y] mejora la vida de la población», afirma Willianise Charles.