The United Nations Office for Project Services (UNOPS)

Un banco de peces de arrecife se desplaza por un ecosistema de corales del Gran Caribe, un hábitat crítico para la biodiversidad y la seguridad alimentaria. Mantener estos entornos marinos es esencial para la resiliencia de las comunidades costeras y las economías regionales.

Restauración del medio marino en el Gran Caribe

En todo el Caribe, los Gobiernos nacionales, las organizaciones regionales y las comunidades locales se están uniendo a través de un movimiento, respaldado por UNOPS, para restaurar los ecosistemas marinos y crear un futuro sostenible.

Un mar compartido y un desafío común

Para muchas personas que viven en el Gran Caribe, el entorno marino y costero de la región representa mucho más que hermosas playas, arenas blancas y aguas azules. Constituye un salvavidas. Proporciona alimento a las familias, impulsa la economía, alberga una vibrante vida marina y aporta identidad cultural. Sin embargo, durante décadas, el aumento de la contaminación, la sobrepesca y el cambio climático han puesto a prueba este frágil sistema.

Una colonia de coral en el lecho marino, que ilustra la complejidad y riqueza de los ecosistemas de arrecifes tropicales, fundamentales para la vida marina, la seguridad alimentaria y la resiliencia costera.
Una tortuga marina se desliza por las aguas tropicales del Gran Caribe, una región que alberga una biodiversidad marina vital cada vez más amenazada por el cambio climático y la actividad humana.

De Colombia a Barbados, de Saint Kitts a Suriname, 44 países y territorios dependen de estas aguas compartidas. Y su supervivencia puede requerir que trabajemos conjuntamente para protegerlas.

Es ahí donde entra en juego PROCARIBE+.

«Desarrollar una economía azul sostenible es una prioridad fundamental y ofrece un enorme potencial para la región del Gran Caribe y sus recursos marinos», explicó Carlos Manuel Rodríguez, Director General y Presidente del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM).

«Podemos alcanzar nuestros objetivos para 2030 si seguimos concientizando y generando confianza en torno a soluciones que favorezcan tanto a las personas como a la naturaleza. El proyecto PROCARIBE+ y sus componentes de intercambio de conocimientos serán una parte vital de esta labor», agregó.

Una región unida

PROCARIBE+, que se puso en marcha en 2023, es una iniciativa regional de cinco años financiada con un subsidio de 15 millones USD del FMAM. Está implementada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y la ejecuta UNOPS. Esta iniciativa se basa en diez años de planificación y actividades regionales encaminadas a lograr una gestión integrada de los océanos y un crecimiento económico sostenible.

Playa de Great Bay, en Philipsburg (Sint Maarten), una ciudad costera del Gran Caribe donde los ecosistemas marinos sustentan los medios de subsistencia, el turismo y la seguridad alimentaria, que cada vez se ven más afectados por el cambio climático y la degradación ambiental. Fortalecer la gobernanza de los océanos es vital para salvaguardar estas comunidades.
Una pequeña embarcación anclada frente a la costa de Saint Kitts y Nevis apoya las actividades de restauración y monitoreo del medio marino. Los esfuerzos liderados por las comunidades en el marco de la iniciativa PROCARIBE+ están reforzando la gestión sostenible de los océanos y fomentando la resiliencia en las zonas costeras tropicales.

La idea es sencilla: un océano saludable puede favorecer economías y comunidades más saludables. No obstante, el camino para conseguirlo requiere una planificación coordinada, una reforma política y medidas comunitarias.

UNOPS está ayudando a que esto sea posible. Desde facilitar un nuevo Mecanismo de Coordinación Oceánica a nivel regional, una herramienta para que los países y las organizaciones regionales compartan recursos y adopten de forma conjunta medidas coordinadas, hasta supervisar pequeños subsidios comunitarios para ayudar a financiar iniciativas comunitarias. UNOPS gestiona la logística, la financiación y las salvaguardias que transforman las grandes ideas en soluciones prácticas.

Historias desde la costa

En Saint Kitts y Nevis, un grupo comunitario local llamado CARESKN, dedicado a la asistencia, restauración y educación en materia de arrecifes de coral en Saint Kitts y Nevis, cría cangrejos reales autóctonos, un aliado inesperado en la restauración de los arrecifes de coral debido a su capacidad para alimentarse de algas nocivas, lo que reduce la competencia y libera espacio para el crecimiento de los corales.

Cerca de la zona, la cooperativa de pesca Capisterre Fishermen Marketing and Supplies Cooperative Society ayuda a las comunidades a comprender los beneficios de las áreas marinas protegidas y la pesca sostenible.

Un banco de peces de arrecife se desplaza por un ecosistema de corales del Gran Caribe, un hábitat crítico para la biodiversidad y la seguridad alimentaria. Mantener estos entornos marinos es esencial para la resiliencia de las comunidades costeras y las economías regionales.
Un cangrejo real autóctono dentro de un recinto marino en Saint Kitts y Nevis. Como parte de los esfuerzos locales de restauración de los arrecifes de coral, estos cangrejos herbívoros se crían para reducir el crecimiento excesivo de algas y promover la salud de los corales, lo que contribuye a la recuperación del ecosistema en el marco de la iniciativa PROCARIBE+.

«Con este proyecto esperamos potenciar los esfuerzos de restauración del coral al tiempo que promovemos prácticas pesqueras sostenibles y mantenemos la seguridad alimentaria», explica Valérie Grégoire, Codirectora de CARESKN.

«En los últimos meses, hemos estado concientizando a la población, trabajando en el establecimiento de la cría del cangrejo real in situ en Nevis e impartiendo cursos de buceo PADI Open Water a algunas de las personas que se dedican a la pesca. La comunidad y quienes se dedican a la pesca han mostrado un gran entusiasmo por el proyecto y se han comprometido a salvaguardar nuestro medio marino».

En Panamá, los proyectos de carbono azul se están afianzando en las praderas submarinas costeras. Estos hábitats naturales absorben dióxido de carbono y pueden formar parte de la solución climática mundial, al tiempo que sustentan la pesca local.

Cada una de estas historias tiene un elemento común: el empoderamiento. Se trata de dar a las comunidades costeras, especialmente a mujeres y jóvenes, las herramientas y la voz para forjar su propio futuro.

Un mar de posibilidades

Para 2028, el objetivo de PROCARIBE+ es apoyar más de 34 iniciativas locales, mejorar la protección marina en 90.000 kilómetros cuadrados (aproximadamente 72 millones de piscinas olímpicas) e integrar las prioridades relativas a los océanos en las políticas nacionales y regionales. Sin embargo, por encima de las cifras, lo importante es fomentar la confianza, el conocimiento y el sentido de compartir un mismo objetivo.

«Al centrarse en las alianzas, la inclusión y la resiliencia climática, PROCARIBE+, con UNOPS al frente, ayuda a garantizar que los ecosistemas marinos sustenten la pesca sostenible, el turismo y la seguridad alimentaria para las generaciones venideras», afirmó Émilie Potvin, Directora de la Oficina de Portafolios Globales de UNOPS.

Mientras UNOPS ayuda a la región a emprender este camino, el mensaje es claro: proteger los recursos marinos vitales no es una carga, es una oportunidad para comprometerse con el bienestar humano, avanzar hacia el desarrollo socioeconómico y crear un futuro más sostenible para que las personas y el planeta prosperen.

Y poco a poco, estos compromisos están cambiando el rumbo.

Mediante esta iniciativa se respaldan los siguientes Objetivos Mundiales:


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